Dime, dime, y no gimas
hacia dentro, hacia dentro.
Pájaros de la aurora
que rompan tu silencio;
arroyos de la siesta
que rompan en tu pecho;
espuma en las orillas,
cristales en el eco.
El mal comunicado
siempre es menor. Yo tengo
pájaros que te canten,
arroyos sin secreto
y labios que suspiran
de sed por tu silencio.
Antonio Carvajal, Servidumbre de paso, 1978.
Para descargar el disco gratuíto que incluye esta canción haz clic aquí
Para escuchar esta canción (puedes abrirla en otra ventana) haz clic aquí
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
No hay comentarios.:
Publicar un comentario