domingo, 21 de junio de 2009

Finis musicae



HHOZ

En todas las veredas
sangran seres humanos,
ha llegado la hora
de todos los heridos.

Ya no es tiempo de hablar
de hamacas y de miel,
hay duelo por doquier
y voces de conmoción.

Me despierto y veo que el mundo
es una pesadilla,
pronto, mi oreja
se llena de estuendo.

El canto de los pájaros
del amanecer
no acapara más
mi conciencia filarmónica.

Tanto alboroto en el mundo,
tanta disonancia,
salgo del sueño y se acaba
el sueño para mí.

El alba se cubre de nubes
y es otra vez de noche,
de noche, de noche
de noche, de noche.

Carlos Edmundo de Ory

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