cuando trinó el gavilán,
cuando gimieron las flores,
y una estrella lanzó un ¡ay!
Cuando el diamante echó chispas
y brotó sangre el coral,
y fueron dos esterlinas
los ojos de Satanás.
Entonces la pobre niña
perdió su virginidad.
Y fueron dos esterlinas
los ojos de Satanás.
Entonces la pobre niña
perdió su virginidad.
Rubén Darío.
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