Ardua noche: En la voz del rapsoda Julián Leguineche
En el azul donde la noche aprisca
su corte de alta noche
se fueron desbocando uno tras otro
los caballos del llanto:
El mar como un exhausto naufragio de palomas,
la posesión con sangre de los limos de arcilla,
la sed que cubre ahora las aguas manantiales...
No pude contenerlos.
Viento o nave que ignora su derrota,
se desata mi voz y te requiere.
Como grama sedienta.
Como bruma escorada en la ardua noche.
Felipe Fuentes García.
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