domingo, 30 de agosto de 2009

Sombrero, abrigo, guantes



Enfrente a la Comedia Francesa, está el Café
de la Regencia; en él hay una pieza
recóndita, con una butaca y una mesa.
Cuando entro, el polvo inmóvil se ha puesto ya de pie.

Entre mis labios hechos de jebe, la pavesa
de un cigarrillo humea, y en el humo se ve
dos humos intensivos, el tórax del Café,
y en el tórax, un óxido profundo de tristeza.

Importa que el otoño se injerte en los otoños,
importa que el otoño se integre de retoños,
la nube, de semestres; de pómulos, la arruga.

Importa oler a loco postulando
¡qué cálida es la nieve, qué fugaz la tortuga,
el cómo qué sencillo, qué fulminante el cuánto!


César Vallejo.

1 comentario:

  1. Hey, escapa de mis manos, alborota mis ideas, enternece mi corazón...Vallejo.
    ¡Y después de tantas palabras...
    Cómo no han de sobrevivir tus palabras!

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