Óscar Distéfano, poeta y músico paraguayo, ha musicalizado este poema que hace tanto tiempo que quería ser canción. Desde aquí le manifestamos nuestro profundo agradecimiento. El video se lo debemos a Ricardo Serna -gracias!!
petit cheval hors du temps enfui bravant les lès du vent et la vague et le sable turbulent petit cheval dos cambré que salpêtre le vent tête basse vers le cri des juments petit cheval sans nageoire sans mémoire débris de fin de course et sédition de continents fier petit cheval têtu d’amours supputées mal arrachés au sifflement des mares
un jour rétif nous t’enfourcherons
et tu galoperas petit cheval sans peur vrai dans le vent le sel et le varech
caballito fuera del tiempo huído haciendo frente al viento y a la ola y la arena turbulenta caballito espalda arqueada que mezcla con salitre el viento cabeza baja hacia el grito de las yeguas pequeño caballo sin aleta sin memoria ruina de final de la carrera y sedición de continentes caballito orgulloso testarudo de amores calculados mal arrancados al silbido de las charcas
un día reacio te atravesaremos
y tú galoparás caballito sin miedo verdadero en el viento la sal y el quelpo
Hator, hator mutil etxera gaztaina ximelak jatera, Gabon gaua ospatutzeko aitaren eta amaren ondoan. Ikusiko duk aita barrezka amaren poz ta atseginez.
Eragiok, mutil, aurreko danbolin horri. Gaztainak erre artean, gaztainak erre artean, txipli txapla, pum!
Gabon gaua pozik igaro daigun.
Ven muchacho a casa ven a comer castañas pilongas, a celebrar la nochebuena junto al padre y la madre. Verás al padre reír con la alegria y dicha de la madre.
Muchacho dale a ese tamboril mientras se tuestan las castañas, mientras se tuestan las castañas, ¡txipli txapla pun!
Haurtxo polita seaskan dago zapi zuritan txit bero. Haurtxo polita seaskan dago zapi zuritan txit bero. Amonak dio, Ene potxolo! Arren egin ba lo, lo! Amonak dio, Ene potxolo! Arren egin ba lo, lo!
Txakur handia etorriko da Zuk ez badeza egiten lo. Txakur handia etorriko da Zuk ez badezu egiten lo. Horregatik ba Ene potxolo! Egin aguro lo, lo, lo Horregatik ba, ene potxolo! Egin aguro lo, lo, lo
El niño hermoso está en la cuna, caliente entre los paños blancos. Dice la abuela, ¡mi pocholito! Duérmete ya, duérmete pronto.
Vendrá un perrote si no te duermes. Duerme por eso, mi pocholito, duérmete ya, duérmete pronto.
Music: Franz Xaver Gruber, 1818 Words: Joseph Mohr, 1816/1818
Stille Nacht, heilige Nacht, Alles schläft; einsam wacht Nur das traute hochheilige Paar. Holder Knabe im lockigen Haar, Schlaf in himmlischer Ruh! Schlaf in himmlischer Ruh!
Stille Nacht, heilige Nacht, Hirten erst kundgemacht Durch der Engel Halleluja, Tönt es laut von fern und nah: Christ, der Retter ist da! Christ, der Retter ist da!
Stille Nacht, heilige Nacht, Gottes Sohn, o wie lacht Lieb' aus deinem göttlichen Mund, Da uns schlägt die rettende Stund'. Christ, in deiner Geburt! Christ, in deiner Geburt!
Hoy se cantan las estrofas 1, 6 y 2 (arriba) de la versión original de Mohr. Heute singt man nur die Strophen 1, 6 und 2 (oben) von der originellen Joseph-Mohr-Version (1816).
Noche de paz, noche de amor Todo duerme en derredor Entre los astros que esparcen su luz Bella anuciando al niño Jesús Brilla la estrella de paz Brilla la estrella de paz
Noche de paz, noche de amor Oye humilde el fiel pastor Coros celestes que anuncian salud Gracias y glorias en gran plenitud Por nuestro buen redentor(bis)
Noche de paz noche de amor Ved qué bello resplandor Luce en el rostro del niño Jesús En el pesebre del mundo la luz Astro de eterno fulgor(bis)
Silent night, holy night All is calm, all is bright Round yon Virgin Mother and Child Holy Infant so tender and mild Sleep in heavenly peace Sleep in heavenly peace
Silent night, holy night! Shepherds quake at the sight Glories stream from heaven afar Heavenly hosts sing Alleluia! Christ, the Saviour is born Christ, the Saviour is born
Silent night, holy night Son of God, love's pure light Radiant beams from Thy holy face With the dawn of redeeming grace Jesus, Lord, at Thy birth Jesus, Lord, at Thy birth "
Sombras que sólo yo veo, me escoltan mis dos abuelos.
Lanza con punta de hueso, tambor de cuero y madera: mi abuelo negro. Gorguera en el cuello ancho, gris armadura guerrera: mi abuelo blanco.
Pie desnudo, torso pétreo los de mi negro; pupilas de vidrio antártico las de mi blanco!
Africa de selvas húmedas y de gordos gongos sordos... --¡Me muero! (Dice mi abuelo negro.) Aguaprieta de caimanes, verdes mañanas de cocos... --¡Me canso! (Dice mi abuelo blanco.) Oh velas de amargo viento, galeón ardiendo en oro... --¡Me muero! (Dice mi abuelo negro.) ¡Oh costas de cuello virgen engañadas de abalorios...! --¡Me canso! (Dice mi abuelo blanco.) ¡Oh puro sol repujado, preso en el aro del trópico; oh luna redonda y limpia sobre el sueño de los monos!
¡Qué de barcos, qué de barcos! ¡Qué de negros, qué de negros! ¡Qué largo fulgor de cañas! ¡Qué látigo el del negrero! Piedra de llanto y de sangre, venas y ojos entreabiertos, y madrugadas vacías, y atardeceres de ingenio, y una gran voz, fuerte voz, despedazando el silencio. ¡Qué de barcos, qué de barcos, qué de negros!
Sombras que sólo yo veo, me escoltan mis dos abuelos.
Don Federico me grita y Taita Facundo calla; los dos en la noche sueñan y andan, andan. Yo los junto.
--¡Federico! ¡Facundo! Los dos se abrazan. Los dos suspiran. Los dos las fuertes cabezas alzan; los dos del mismo tamaño, bajo las estrellas altas; los dos del mismo tamaño, ansia negra y ansia blanca, los dos del mismo tamaño, gritan, sueñan, lloran, cantan. Sueñan, lloran, cantan. Lloran, cantan. ¡Cantan!
Nicolás Guillén.
"Dos abuelos".
(Milonga)
Me galopan en la sangre dos abuelos, sí señor. Uno lleno de silencios y el otro, medio cantor.
Hace tiempo, mucho tiempo que el indio ya se alejó, con su lanza y su alarido, su tobiano y su tambor.
El gaucho salió a buscarlo por esos campos de Dios. Se lo habrá traga'o la tierra, porque tampoco volvió.
Volvió pero hecho leyenda hecho canto y tradición. Para que el hombre argentino no pierda su condición.
Me galopan en la sangre dos abuelos, si señor. Uno lleno de silencios, y el otro medio cantor.
Me matan si no trabajo, y si trabajo me matan. Siempre me matan, me matan, ay, siempre me matan.
Ayer vi a un hombre mirando, mirando el sol que salía. El hombre estaba muy serio porque el hombre no veía. Ay, los ciegos viven sin ver cuando sale el sol.
Ayer vi a un niño jugando a que mataba a otro niño. Hay niños que se parecen a los hombres trabajando. Ay, quién le dirá cuando crezcan que los hombres no son niños, que no lo son.
Por el Mar de las Antillas (que también Caribe llaman) batida por olas duras y ornada de espumas blandas, bajo el sol que la persigue y el viento que la rechaza, cantando a lágrima viva navega Cuba en su mapa: un largo lagarto verde, con ojos de piedra y agua. Alta corona de azúcar le tejen agudas cañas; no por coronada libre, sí de su corona esclava: reina del manto hacia fuera, del manto adentro, vasalla, triste como la más triste navega Cuba en su mapa: un largo lagarto verde, con ojos de piedra y agua.
Junto a la orilla del mar, tú que estás en fija guardia, fíjate, guardián marino, en la punta de las lanzas y en el trueno de las olas y en el grito de las llamas y en el lagarto despierto sacar las uñas del mapa: un largo lagarto verde, con ojos de piedra y agua.
Haz que tu vida sea campana que repique o surco en que florezca y fructifique el árbol luminoso de la idea. Alza tu voz sobre la voz sin nombre de todos los demás, y haz que se vea junto al poeta, el hombre.
Llena todo tu espíritu de lumbre; busca el empinamiento de la cumbre, y si el sostén nudoso de tu báculo ofrece algún obstáculo a tu intento, ¡sacude el ala del atrevimiento, ante el atrevimiento del obstáculo!
Soldadito de Bolivia, soldadito boliviano, armado vas con tu rifle, que es un rifle americano.
Te lo entregó un asesino, soldadito boliviano, regalo de Mr. Dólar, para matar a tu hermano.
No sabes quién es el muerto, soldadito boliviano, el muerto es el Che Guevara, que era argentino y cubano, soldadito boliviano, y también era tu hermano.
Está mi guitarra entera, soldadito boliviano, de luto pero no llora, aunque llorar es humano.
No llora porque la hora, soldadito boliviano, no es de lágrima y pañuelo sino de machete en mano.
Con el money que te paga, soldadito boliviano, que te compra, que te vendes, es lo que piensa el tirano.
Despierta, que ya es de día, soldadito boliviano, está en pie ya todo el mundo, porque el sol salió temprano.
Pero aprenderás seguro, soldadito boliviano, que a un hermano no se vende, que no se mata a un hermano.
Nicolás GUillén
Angel Parra - Guitarra en Duelo Mayor (Chile) .mp3
Esta tierra, este tiempo, esta espantosa podredumbre que me acompaña desde que nací (porque soy hijo de una patria triste y hermosa como un sueño de piedra y sol; de un tiempo amargo como el poso de la historia): esta tierra, este tiempo que tiran de mis pies hasta arrancar los huesos a mi esperanza última, ¡ah, no podrán, jamás podrán vencerme, porque mi mano se me va y se agarra a otra mano de hombre y a otra mano que me encadenan, madre inmensa, a ti!