martes, 16 de diciembre de 2014

Gacela del amor desesperado




La noche no quiere venir
para que tú no vengas
ni yo pueda ir.

Pero yo iré
aunque un sol de alacranes me coma la sien.
Pero tú vendrás
con la lengua quemada por la lluvia de sal.

El día no quiere venir
para que tú no vengas
ni yo pueda ir.

Pero yo iré
entregando a los sapos mi mordido clavel.
Pero tú vendrás
por las turbias cloacas de la oscuridad.

Ni la noche ni el día quieren venir
para que por ti muera
y tú mueras por mí.

Federico García Lorca.

lunes, 3 de noviembre de 2014

La eterna primavera

Dicen que no hablan las plantas, ni las fuentes, ni los pájaros,
ni el onda con sus rumores, ni con su brillo los astros:
lo dicen, pero no es cierto, pues siempre cuando yo paso
de mí murmuran y exclaman: -Ahí va la loca, soñando
con la eterna primavera de la vida y de los campos
y ya bien pronto, bien pronto, tendrá los cabellos canos,
y ve temblando, aterida, que cubre la escarcha el prado.
-Hay canas en mi cabeza, hay en los prados escarcha;
mas yo prosigo soñando, pobre, incurable sonámbula,
con la eterna primavera de la vida que se apaga
y la perenne frescura de los campos y las almas,
aunque los unos se agostan y aunque las otras se abrasan.
Astros y fuentes y flores, no murmuréis de mis sueños;
sin ellos, ¿cómo admiraros, ni cómo vivir sin ellos?

Rosalía de Castro



lunes, 27 de octubre de 2014

Romance del hombre nocturno








Romance del hombre nocturno
(aventura del hermano muerto)
Mi yegua subía, lenta
con firmes pasos de bronce.
La noche de crucifijos
fungía sobre los montes.
Andaba el agua desnuda
en claras conversaciones
con los grillos y las piedras
y las buidas canciones.
«es mala noche, amigo,
y en el monte andan ladrones ».
¡Buen viejo! Me lo decía
allá en el campo de trojes
y un sobresalto rondaba
por sus pupilas de azogue.
Pero era buena la sombra,
madura, de oros y olores.
¿miedo? Mi yegua era firme
y yo llevaba un revolver
en el cinto, y en el pecho,
un ancho corazón de hombre.
Sin embargo, sin embargo,
Mi mano sobresaltóse.
Cuatro jinetes venían,
Pausados, bajando el monte.
Los vi recortarse negros,
Contra las constelaciones.
Mi bestia irguió las orejas
En agudos aguijones
Y la estría de un lucero
Rieló sobre mi revólver.
¡Quién vaaa!
Los vi detenerse,
Y mi voz multiplicándose,
Rebotando en los picachos
Como en cojín de resortes.
Cruzaba en ese momento
Un paso de angostos bordes:
A la derecha, el abismo,
Tinta o residuo de noche;
Adelante, los jinetes;
A la izquierda-muro- el monte.
Seguí avanzando en la sombra,
Hacia las sombras inmóviles.
Transpuesto el paso difícil,
me tropecé con sus voces:
-¿ A dónde marcha el amigo?
- Al pueblo de más al norte.
Me esperan mi vieja madre
y mis hermanos menores.
Los dejé un día de marzo;
cinco años van, desde entonces.
Ancha mi voz, y serena;
La suya, opaca,  de cobre.
Miré brillar dos pupilas
En un fulgor de emociones.
Acompañaré al amigo
hasta que trasponga el monte.
Cinco jinetes tomaron
rumbo a las constelaciones.
Bajaron cinco jinetes,
con firmes pasos de bronce.
Cuatro pararon de pronto
Y el otro siguió hacia el norte,
Después de estrechar las manos
Tendidas de los cuatro hombres.
Clareó más tarde en el cielo.
Amanecer de limones
Palabras de agua liviana
Pájaros madrugadores.
Cerca, maitenes y boldos:
Lejos, Rancagua y sus torres;
Entre sus casas, mi casa,
Con ciruelos y parrones
¡ y mi madre, con sus ojos
de mares y de horizontes!
Detrás, el recuerdo grande
De un bandido que era un hombre.

Óscar Castro

miércoles, 13 de agosto de 2014

Aire de nocturno




AIRE DE NOCTURNO

Tengo mucho miedo
de las hojas muertas,
miedo de los prados
llenos de rocío.
Yo voy a dormirme;
si no me despiertas,
dejaré a tu lado mi corazón frío.

¿Qué es eso que suena
muy lejos?
Amor. El viento en las vidrieras,
¡amor mío!

Te puse collares
con gemas de aurora.
¿Por qué me abandonas
en este camino?
Si te vas muy lejos,
mi pájaro llora
y la verde viña
no dará su vino.

¿Qué es eso que suena
muy lejos?
Amor. El viento en las vidrieras,
¡amor mío!

Tú no sabrás nunca,
esfinge de nieve,
lo mucho que yo
te hubiera querido
esas madrugadas
cuando tanto llueve
y en la rama seca
se deshace el nido.

¿Qué es eso que suena
muy lejos?
Amor. El viento en las vidrieras,
¡amor mío!

Federico García Lorca

miércoles, 6 de agosto de 2014

Sueño





 Desgarrada la nube; el arco iris
brillando ya en el cielo,
y en un fanal de lluvia
y sol el campo envuelto.
Desperté. ¿Quién enturbia
los mágicos cristales de mi sueño?
Mi corazón latía
atónito y disperso...
¡El limonar florido,
el cipresal del huerto,
el prado verde, el sol, el agua, el iris!
¡el agua en tus cabellos!...

Y todo en la memoria se perdía
como una pompa de jabón al viento.

Antonio Machado.

An Irish Airman Forsees His Death (Yeats)




An Irish Airman Forsees His Death 

I know that I shall meet my fate
Somewhere among the clouds above;
Those that I fight I do not hate,
Those that I guard I do not love;
My country is Kiltartan Cross,
My countrymen Kiltartan's poor,
No likely end could bring them loss
Or leave them happier than before.
Nor law, nor duty bade me fight,
Nor public men, nor cheering crowds,
A lonely impulse of delight
Drove to this tumult in the clouds;
I balanced all, brought all to mind,
The years to come seemed waste of breath,
A waste of breath the years behind
In balance with this life, this death.

William Butler Yeats



UN AVIADOR IRLANDÉS PREVÉ SU MUERTE

Sé que encontraré mi destino
en un lugar sobre las nubes;
no aborrezco a quienes combato
y no amo a los que protejo;

mi país es Kiltartan Cross,
y sus pobres son mis paisanos,
ningún final hará que pierdan
ni podrá hacerles más felices.

Ni por deber ni ley peleo,
ni multitudes, ni hombres públicos,
sólo un impulso de delicia
me trajo al mundo de las nubes;

consideré y sopesé todo,
lo por venir y lo pasado
sólo son malgastado aliento
como esta vida y esta muerte.


Versión de J.A.O.

miércoles, 7 de mayo de 2014

We xipantv

WE TRIPANTU
Elicura Chihuailaf

Meli, meli. Meli,meli
Kiñe trafoy metawe mew
mvley Antv
Pu rvmentu mew mvley pizeñ
ellkawligvn ñi lonko egvn
ka femlu trokifiñ pu witrunko
Nieñmaperkelaeymu kvfvkvfvn
mi piwke
We Tripantu!, pi pu malen
ka ti mulfen nvayu mawvn
Wiñon, pifiñ egvn
fewla pichi wentru ta iñche
Pefimvn ti choyke?
Kvpalmvn make ka triwe
awkantuyiñ awarkuzen awkantun
Meli, meli. Meli, meli
Pvtokyiñ muzay, mvna azy
Wenu Mapu
Mvley pu aliwen ñi mutrung lien
(feymu azkintuley kom ñi Pewma
ka tvfey chi pu lewfv nawpay
Kvyen mu)
Meli, meli. Meli, meli
Eymi iñchu umawtuley Mapu Ñuke
ka puliwen fiskv ko
gaw ta tvfey
Meli, meli. Meli, meli
Ya!, zew mitray ta Antv.



AÑO NUEVO MAPUCHE
(NUEVA SALIDA DEL SOL)
Cuatro, cuatro. Cuatro, cuatro
y el Sol en un cántaro quebrado
Entre las hierbas las aves
esconden sus cabezas
y parece que la vertiente
posee el murmullo de tu corazón
We Tripantu!, dicen las niñas
y el rocío recogerá la lluvia
He vuelto, les digo
ahora soy un niño
¿Han visto al avestruz?
Traigan plantas, traigan flores
juguemos los juegos de los
Antepasados
muzay bebamos, que hermosos
en el cielo
están los árboles con sus troncos
de plata
(en ellos se miran estos Sueños
y los ríos que caen de la Luna )
Cuatro, cuatro. Cuatro, cuatro
Contigo he estado despierto
Madre Tierra
y en la mañana el agua fresca
es una constelación
Cuatro, cuatro. Cuatro, cuatro
¡Ya!, ha descansado el Sol.

jueves, 27 de marzo de 2014

Masa



Al fin de la batalla,
y muerto el combatiente,
vino hacia él un hombre
y le dijo: «¡No mueras, te amo tanto!»
Pero el cadáver ¡ay! siguió muriendo.

Se le acercaron dos y repitiéronle:
«¡No nos dejes! ¡Valor!
¡Vuelve a la vida!»
Pero el cadáver ¡ay! siguió muriendo.

Acudieron a él veinte, cien, mil,
quinientos mil, clamando
«¡Tanto amor y no poder
nada contra la muerte!»
Pero el cadáver ¡ay! siguió muriendo.

Le rodearon millones de individuos,
con un ruego común: «¡Quédate hermano!»
Pero el cadáver ¡ay! siguió muriendo.

Entonces todos los hombres de la tierra le rodearon;
les vio el cadáver triste, emocionado;
incorporóse lentamente,
abrazó al primer hombre;
echóse a andar...


César Vallejo, España, aparta de mí este cáliz.