viernes, 17 de junio de 2016

SONNET XX



A woman's face with nature's own hand painted,
Hast thou, the master mistress of my passion;
A woman's gentle heart, but not acquainted
With shifting change, as is false women's fashion:

An eye more bright than theirs, less false in rolling,
Gilding the object whereupon it gazeth;
A man in hue all hues in his controlling,
Which steals men's eyes and women's souls amazeth.

And for a woman wert thou first created;
Till Nature, as she wrought thee, fell a-doting,
And by addition me of thee defeated,

By adding one thing to my purpose nothing.
But since she prick'd thee out for women's pleasure,
Mine be thy love and thy love's use their treasure.


William Shakespeare




SONETO XX


Tu rostro de mujer Natura misma,
amo y señora de mi amor, pintó.
Pero en tu dulce corazón de hembra,
de volubilidad no hallo vestigios.
Tu mirada —cuán más resplandeciente
y cuánto menos falsa que la de ellas—
convierte en oro aquello que escudriña.
Todo un hombre, los ojos a todo hombre
robas, y a las mujeres las embobas…
Cuando ya te creaba femenino,
Natura se prendó y, a sí adaptándote,
de mí te arrebató dándote algo
que para mis anhelos vale nada.
Pero si te dotó para su goce,
para mí sea tu amor: de ellas, tus dotes.


Traducción de Roberto Pinzón.

lunes, 13 de junio de 2016

Los días normales








Noche de cuatro lunas
y un solo árbol,
con una sola sombra
y un solo pájaro.

Busco en mi carne
las huellas de tus labios.
El manantial besa al viento
sin tocarlo.

Llevo el no que me diste,
en la palma de mi mano,
como un limón de cera
casi blanco.

Noche de cuatro lunas
y un solo árbol,
En la punta de una aguja,
Está mi amor ¡girando!


Federico García Lorca