martes, 30 de junio de 2009

Cerca del agua






Cerca del agua te quiero llevar
porque tu arrullo trascienda del mar.

Cerca del agua te quiero tener
porque te aliente su vívido ser.

Cerca del agua te quiero sentir
porque la espuma te enseñe a reír.

Cerca del agua te quiero, mujer,
ver, abarcar, fecundar, conocer.

Cerca del agua perdida del mar
que no se puede perder ni encontrar.

Miguel Hernández.

L'invitation au voyage



Mon enfant, ma soeur,
Songe à la douceur
D'aller là-bas vivre ensemble!
Aimer à loisir,
Aimer et mourir
Au pays qui te ressemble!
Les soleils mouillés
De ces ciels brouillés
Pour mon esprit ont les charmes
Si mystérieux
De tes traîtres yeux,
Brillant à travers leurs larmes.

Là, tout n'est qu'ordre et beauté,
Luxe, calme et volupté.

Des meubles luisants,
Polis par les ans,
Décoreraient notre chambre;
Les plus rares fleurs
Mêlant leurs odeurs
Aux vagues senteurs de l'ambre,
Les riches plafonds,
Les miroirs profonds,
La splendeur orientale,
Tout y parlerait
A l'âme en secret
Sa douce langue natale.

Là, tout n'est qu'ordre et beauté,
Luxe, calme et volupté.

Vois sur ces canaux
Dormir ces vaisseaux
Dont l'humeur est vagabonde;
C'est pour assouvir
Ton moindre désir
Qu'ils viennent du bout du monde.
— Les soleils couchants
Revêtent les champs,
Les canaux, la ville entière,
D'hyacinthe et d'or;
Le monde s'endort
Dans une chaude lumière.

Là, tout n'est qu'ordre et beauté,
Luxe, calme et volupté.

Charles Baudelaire, Les fleurs du mal.





¡Mi niña, mi hermana,
piensa en la dulzura
de ir a vivir juntos, lejos! (1)
¡Amar a placer,
amar y morir
en un país como tú!
Los mojados soles
en cielos nublados
de mi alma son el encanto,
cual tus misteriosos
ojitos traidores,
que a través del llanto brillan.

Todo allí es orden y belleza,
lujo, calma y deleite.

Muebles relucientes,
por la edad pulidos,
adornarían el cuarto;
las flores más raras
mezclando su aroma
al vago aroma del ámbar,
los techos preciados,
los hondos espejos,
el esplendor oriental, (2)
todo allí hablaría
en secreto al alma
su dulce lengua natal.

Todo allí es orden y belleza,
lujo, clama y deleite.

Mira en los canales
dormir los navíos
cuyo humor es vagabundo;
para que tú colmes
tu menor deseo
desde el fin del mundo vienen.
Los soles ponientes
revisten los campos,
la ciudad y los canales,
de oro y de jacinto;
se adormece el mundo
en una cálida luz.

Todo allí es orden y belleza,
lujo, calma y deleite.


Traducción de Luis Martínez de Merlo



Ti invito al viaggio
In quel paese che ti assomiglia tanto.
I soli languidi dei suoi cieli annebbiati
Hanno per il mio spirito l'incanto
Dei tuoi occhi quando brillano offuscati.
Laggiù tutto è ordine e bellezza,
Calma e voluttà.
Il mondo s'addormenta in una calda luce
Di giacinto e d'oro.
Dormono pigramente i vascelli vagabondi
Arrivati da ogni confine
Per soddisfare i tuoi desideri.
I tuoi desideri.
Le matin j'coutais
Les sons du jardin
La langage des parfums
Des fleurs


Versión en italiano de Franco Battiato.

Verrà la morte e avrà i tuoi occhi



Verrà la morte e avrà i tuoi occhi
questa morte che ci accompagna
dal mattino alla sera, insonne,
sorda, come un vecchio rimorso
o un vizio assurdo. I tuoi occhi
saranno una vana parola,
un grido taciuto, un silenzio.
Così li vedi ogni mattina
quando su te sola ti pieghi
nello specchio. O cara speranza,
quel giorno sapremo anche noi
che sei la vita e sei il nulla.
Per tutti la morte ha uno sguardo.

Verrà la morte e avrà i tuoi occhi.
Sarà come smettere un vizio,
come vedere nello specchio
riemergere un viso morto,
come ascoltare un labbro chiuso.
Scenderemo nel gorgo muti.

Cesare Pavese




Vendrá la muerte y tendrá tus ojos
esta muerte que nos acompaña
desde el alba a la noche, insomne,
sorda, como un viejo remordimiento
o un absurdo defecto. Tus ojos
serán una palabra inútil,
un grito callado, un silencio.
Así los ves cada mañana
cuando sola te inclinas
ante el espejo. Oh, amada esperanza,
aquel día sabremos, también,
que eres la vida y eres la nada.

Para todos tiene la muerte una mirada.
Vendrá la muerte y tendrá tus ojos.
Será como dejar un vicio,
como ver en el espejo
asomar un rostro muerto,
como escuchar un labio ya cerrado.
Mudos, descenderemos al abismo.


Recitado en castellano.


Calamaro se inspira en Pavese.


Paco Ibáñez e Imanol cantan una versión en euskera, "Heriotzaren begiak".

lunes, 29 de junio de 2009

Miedo



Yo no quiero que a mi niña
golondrina me la vuelvan;
se hunde volando en el Cielo
y no baja hasta mi estera;
en el alero hace el nido
y mis manos no la peinan.
Yo no quiero que a mi niña
golondrina me la vuelvan.

Yo no quiero que a mi niña
la vayan a hacer princesa.
Con zapatitos de oro
¿cómo juega en las praderas?
Y cuando llegue la noche
a mi lado no se acuesta...
Yo no quiero que a mi niña
la vayan a hacer princesa.

Y menos quiero que un día
me la vayan a hacer reina.
La subirían al trono
a donde mis pies no llegan.
Cuando viniese la noche
yo no podría mecerla...
¡Yo no quiero que a mi niña
me la vayan a hacer reina!

Gabriela Mistral

Meciendo



El mar sus millares de olas
mece divino.
Oyendo a los mares amantes,
mezo a mi niño.

El viento errabundo en la noche
mece los trigos.
Oyendo a los vientos amantes,
mezo a mi niño.

Dios Padre sus miles de mundos
mece sin ruido.
Sintiendo su mano en la sombra,
mezo a mi niño.


Gabriela Mistral.


Poema en audio: Meciendo de Gabriela Mistral por Gabriela Mistral

Manifiesto



Señoras y señores.

Esta es nuestra última palabra.

-Nuestra primera y última palabra-

Los poetas bajaron del Olimpo.

Para nuestros mayores

La poesía fue un objeto de lujo

Pero para nosotros

Es un artículo de primera necesidad:

No podemos vivir sin poesía.

A diferencia de nuestros mayores

-Y esto lo digo con todo respeto-

Nosotros sostenemos

Que el poeta no es un alquimista

El poeta es un hombre como todos

Un albañil que construye su muro:

Un constructor de puertas y ventanas.

Nosotros conversamos

En el lenguaje de todos los días

No creemos en signos cabalísticos.

Además una cosa:

El poeta está ahí

Para que el árbol no crezca torcido.

Este es nuestro lenguaje.

Nosotros denunciamos al poeta demiurgo

Al poeta Barata

Al poeta Ratón de Biblioteca.

Todo estos señores

-Y esto lo digo con mucho respeto-

Deben ser procesados y juzgados

Por construir castillos en el aire

Por malgastar el espacio y el tiempo Redactando sonetos a la luna

Por agrupar palabras al azar

A la última moda de París.

Para nosotros no:

El pensamiento no nace en la boca

Nace en el corazón del corazón.

Nosotros repudiamos

La poesía de gafas obscuras

La poesía de capa y espada

La poesía de sombrero alón.

Propiciamos en cambio

La poesía a ojo desnudo

La poesía a pecho descubierto

La poesía a cabeza desnuda.

No creemos en ninfas ni tritones.

La poesía tiene que ser esto:

Una muchacha rodeada de espigas

O no ser absolutamente nada.

Ahora bien, en el plano político

Ellos, nuestros abuelos inmediatos,

¡Nuestros buenos abuelos inmediatos!

Se refractaron y dispersaron

Al pasar por el prisma de cristal.

Unos pocos se hicieron comunistas.

Yo no sé si lo fueron realmente.

Supongamos que fueron comunistas,

Lo que sé es una cosa:

Que no fueron poetas populares,

Fueron unos reverendos poetas burgueses.

Hay que decir las cosas como son:

Sólo uno que otro

Supo llegar al corazón del pueblo.

Cada vez que pudieron

Se declararon de palabra y de hecho

Contra la poesía dirigida

Contra la poesía del presente

Contra la poesía proletaria.

Aceptemos que fueron comunistas

Pero la poesía fue un desastre

Surrealismo de segunda mano

Decadentismo de tercera mano,

Tablas viejas devueltas por el mar.

Poesía adjetiva

Poesía nasal y gutural

Poesía arbitraria

Poesía copiada de los libros

Poesía basada

En la revolución de la palabra

En circunstancias de que debe fundarse

En la revolución de las ideas.

Poesía de círculo vicioso

Para media docena de elegidos:

"Libertad absoluta de expresión".

Hoy nos hacemos cruces preguntando

Para qué escribirían esas cosas

¿Para asustar al pequeño burgués?

¡Tiempo perdido miserablemente!

El pequeño burgués no reacciona

Sino cuando se trata del estómago.

¡Qué lo van a asustar con poesías!

La situación es ésta:

Mientras ellos estaban

Por una poesía del crepúsculo

Por una poesía de la noche

Nosotros propugnamos

La poesía del amanecer.

Este es nuestro mensaje,

Los resplandores de la poesía

Deben llegar a todos por igual

La poesía alcanza para todos.

Nada más, compañeros

Nosotros condenamos

-Y esto sí que lo digo con respeto-

La poesía de pequeño dios

La poesía de vaca sagrada

La poesía de toro furioso.

Contra la poesía de las nubes

Nosotros oponemos

La poesía de la tierra firma


Cabeza fría, corazón caliente

Somos tierrafirmistas decididos-

Contra la poesía de café

La poesía de la naturaleza

Contra la poesía de salón

La poesía de la plaza pública

La poesía de protesta social.

Los poetas bajaron del Olimpo


Nicanor Parra

Diálogos



Cortometraje basado en el escrito "Dialogos" -1968- de Alejandra Pizarnik

Extracción de la piedra de la locura




Elles, les âmes (...), sont malades et elles souffrent et nul ne leur porte remède; elles sont blessées et brisés et nul ne les panse.Ruysbroeck

La luz mala se ha avecinado y nada es cierto. Y si pienso en todo lo que leí acerca del espíritu... Cerré los ojos, vi cuerpos luminosos que giraban en la niebla, en el lugar de las ambiguas vecindades. No temas, nada te sobrevendrá, ya no hay violadores de tumbas. El silencio, el silencio siempre, las monedas de oro del sueño.

Hablo como en mí se habla. No mi voz obstinada en parecer una voz humana sino la otra que atestigua que no he cesado de morar en el bosque.

Si vieras a la que sin ti duerme en un jardín en ruinas en la memoria. Allí yo, ebria de mil muertes, hablo de mí conmigo sólo por saber si es verdad que estoy debajo de la hierba. No sé los nombres. ¿A quién le dirás que no sabes? Te deseas otra. La otra que eres se desea otra. ¿Qué pasa en la verde alameda? Pasa que no es verde y ni siquiera hay una alameda. Y ahora juegas a ser esclava para ocultar tu corona ¿otorgada por quién?, ¿quién te a ungido?, ¿quién te ha consagrado? El invisible pueblo de la memoria más vieja. Perdida por propio designio, has renunciado a tu reino por las cenizas. Quien te hace doler te recuerda antiguos homenajes. No obstante, lloras funestamente y evocas tu locura y hasta quisieras extraerla de ti como si fuese una piedra, a ella, tu solo privilegio. En un muro blanco dibujas las alegorías del reposo, y es siempre una reina loca que yace bajo la luna sobre la triste hierba del viejo jardín. Pero no hables de los jardines, no hables de la luna, no hables de la rosa, no hables del mar. Habla de lo que sabes. Habla de lo que vibra en tu médula y hace luces y sombras en tu mirada, habla del dolor incesante de tus huesos, habla del vértigo, habla de tu respiración, de tu desolación, de tu traición. Es tan oscuro, tan en silencio el proceso a que me obligo. Oh habla del silencio.

De repente poseída por un funesto presentimiento de un viento negro que impide respirar, busqué el recuerdo de alguna alegría que me sirviera de escudo, o de arma de defensa, o aun de ataque. Parecía el Eclesiastés: busqué en todas mis memorias y nada, nada debajo de la aurora de dedos negros. Mi oficio (también en el sueño lo ejerzo) es conjurar y exorcizar. ¿A qué hora empezó la desgracia? No quiero saber. No quiero más que un silencio para mí y las que fui, un silencio como la pequeña choza que encuentran en el bosque los niños perdidos. Y qué sé yo qué ha de ser mí si nada rima con nada.

Te despeñas. Es el sinfín desesperante, igual y no obstante contrario a la noche de los cuerpos donde apenas un manantial cesa aparece otro que reanuda el fin de las aguas.

Sin el perdón de las aguas no puedo vivir. Sin el mármol final del cielo no puedo morir.

En ti es de noche. Pronto asistirás al animoso encabritarse del animal que eres. Corazón de la noche, habla.

Haberse muerto en quien se era y en quien se amaba, haberse y no haberse dado vuelta como un cielo tormentoso y celeste al mismo tiempo.

Hubiese querido más que esto y a la vez nada.

Va y viene diciéndose solo en solitario vaivén. Un perderse gota a gota el sentido de los días. Señuelos de conceptos. Trampas de vocales. La razón me muestra la salida del escenario donde levantaron una iglesia bajo la lluvia: la mujer-loba deposita a su vástago en el umbral y huye. Hay una luz tristísima de cirios acechados por un soplo maligno. Llora la niña loba. Ningún dormido la oye. Todas las pestes y las plagas para los que duermen en paz.

Esta voz ávida venida de antiguos plañidos. Ingenuamente existes, te disfrazas de pequeña asesina, te das miedo frente al espejo. Hundirme en la tierra y que la tierra se cierre sobre mí. Éxtasis innoble. Tú sabes que te han humillado hasta cuando te mostraban el sol. Tú sabes que nunca sabrás defenderte, que sólo deseas presentarles el trofeo, quiero decir tu cadáver, y que se lo coman y se lo beban.

Las moradas del consuelo, la consagración de la inocencia, la alegría inadjetivable del cuerpo.

Si de pronto una pintura se anima y el niño florentino que miras ardientemente extiende una mano y te invita a permanecer a su lado en la terrible dicha de ser un objeto a mirar y admirar. No (dije), para ser dos hay que ser distintos. Yo estoy fuera del marco pero el modo de ofenderse es el mismo.

Briznas, muñecos sin cabeza, yo me llamo, yo me llamo toda la noche. Y en mi sueño un carromato de circo lleno de corsarios muertos en sus ataúdes. Un momento antes, con bellísimos atavíos y parches negros en el ojo, los capitanes saltaban de un bergantín a otro como olas, hermosos como soles.

De manera que soñé capitanes y ataúdes de colores deliciosos y ahora que tengo miedo a causa de todas las cosas que guardo, no un cofre de piratas, no un tesoro bien enterrado, sino cuantas cosas en movimiento, cuantas pequeñas figuras azules y doradas gesticulan y danzan (pero decir no dicen), y luego está el espacio negro -déjate caer, déjate caer-, umbral de la más alta inocencia o tal vez tan sólo de la locura. Comprendo mi miedo a una rebelión de las pequeñas figuras azules y doradas. Alma partida, alma compartida, he vagado y errado tanto para fundar uniones con el niño pintado en tanto que objeto a contemplar, y no obstante, luego de analizar los colores y las formas, me encontré haciendo el amor con un muchacho viviente en el mismo momento que el del cuadro se desnudaba y me poseía detrás de mis párpados cerrados.

Sonríe y yo soy una minúscula marioneta rosa con un paraguas celeste yo entro por su sonrisa yo hago mi casita en su lengua yo habito en la palma de su mano cierra sus dedos un polvo dorado un poco de sangre adiós oh adiós.

Como una voz no lejos de la noche arde el fuego más exacto. Sin piel ni huesos andan los animales por el bosque hecho cenizas. Una vez el canto de un solo pájaro te había aproximado al calor más agudo. Mares y diademas, mares y serpientes. Por favor, mira cómo la pequeña calavera de perro suspendida del cielo raso pintado de azul se balancea con hojas secas que tiemblan en torno a ella. Grietas y agujeros en mi persona escapada de un incendio. Escribir es buscar en el tumulto de los quemados el hueso del brazo que corresponda al hueso de la pierna. Miserable mixtura. Yo restauro, yo reconstruyo, yo ando así de rodeada de muerte. Y es sin gracia, sin aureola, sin tregua. Y esa voz, esa elegía a una causa primera: un grito, un soplo, un respirar entre dioses. Yo relato mi víspera. ¿Y qué puedes tú? sales de tu guarida y no entiendes. Vuelves a ella y ya no importa entender o no. Vuelves a salir y no entiendes. No hay por donde respirar y tú hablas del soplo de los dioses.

No me hables del sol porque me moriría. Llévame como a una princesita ciega, como cuando lenta y cuidadosamente se hace el otoño en un jardín.

Vendrás a mí con tu voz apenas coloreada por un acento que me hará evocar una puerta abierta, con la sombra de un pájaro de bello nombre, con lo que esa sombra deja en la memoria, con lo que permanece cuando avientan las cenizas de una joven muerta, con los trazos que duran en la hoja después de haber borrado un dibujo que representaba una casa, un árbol, el sol y un animal.

Si no vino es porque no vino. Es como hacer el otoño. Nada esperabas de su venida. Todo lo esperabas. Vida de tu sombra ¿qué quieres? Un transcurrir de fiesta delirante, un lenguaje sin límites, un naufragio en tus propias aguas, oh avara.

Cada hora, cada día, yo quisiera no tener que hablar. Figuras de cera los otros y sobre todo yo, que soy más otra que ellos. Nada pretendo en este poema si no es desanudar mi garganta.

Rápido, tu voz más oculta. Se transmuta, te transmite. Tanto que hacer y yo me deshago. Te excomulgan de ti. Sufro, luego no sé. En el sueño el rey moría de amor por mí. Aquí, pequeña mendiga, te inmunizan. ( Y aún tienes cara de niña; varios años más y no le caerás en gracia ni a los perros.)


mi cuerpo se abría al conocimiento de mi estar
y de mi ser confusos y difusos
mi cuerpo vibraba y respiraba
según un canto ahora olvidado
yo no era aún la fugitiva de la música
yo no sabía el lugar del tiempo
y el tiempo del lugar
en el amor yo me abría
y ritmaba los viejos gestos de la amante
heredera de la visión
de un jardín prohibido



La que soñó, la que fue soñada. Paisajes prodigiosos para la infancia más fiel. A falta de eso -que no es mucho-, la voz que injuria tiene razón.

La tenebrosa luminosidad de los sueños ahogados. Agua dolorosa.

El sueño demasiado tarde, los caballos blancos demasiado tarde, el haberme ido con una melodía demasiado tarde. La melodía pulsaba mi corazón y yo lloré la pérdida de mi único bien, alguien me vio llorando en el sueño y yo expliqué (dentro de lo posible), palabras buenas y seguras (dentro de lo posible). Me adueñé de mi persona, la arranqué del hermoso delirio, la anonadé a fin de serenar el terror que alguien tenía a que me muriera en su casa.

¿Y yo? ¿A cuántos he salvado yo?

El haberme prosternado ante el sufrimiento de los demás, el haberme acallado en honor de los demás.

Retrocedía mi roja violencia elemental. El sexo a flor de corazón, la vía del éxtasis entre las piernas. Mi violencia de vientos rojos y de vientos negros. Las verdaderas fiestas tienen lugar en el cuerpo y en los sueños.

Puertas del corazón, pero apaleado, veo un templo, tiemblo, ¿que pasa? No pasa. Yo presentía una escritura total. El animal palpitaba en mis brazos con rumores de órganos vivos, calor, corazón, respiración, todo musical y silencioso al mismo tiempo. ¿Qué significa traducirse en palabras? Y los proyectos de perfección a largo plazo; medir cada día la probable elevación de mi espíritu, la desaparición de mis faltas gramaticales. Mi sueño es un sueño sin alternativas y quiero morir al pie de la letra del lugar común que asegura que morir es soñar. La luz, el vino prohibido, los vértigos, ¿para quién escribes? Ruinas de un templo olvidado. Si celebrar fuera posible.

Visión enlutada, desgarrada, de un jardín con estatuas rotas. Al filo de la madrugada los huesos te dolían. Tú te desgarras. Te los prevengo y te lo previne. Tú te desarmas. Te lo digo, te lo dije. Tú te desnudas. Te desposees. Te desunes. Te lo predije. De pronto se deshizo: ningún nacimiento. Te llevas, te sobrellevas. Solamente tú sabes de este ritmo quebrantado. Ahora tus despojos, recogerlos uno a uno, gran hastío, en dónde dejarlos. De haberla tenido cerca, hubiese vendido mi alma a cambio de invisibilizarme. Ebria de mí, de la música, de los poemas, por qué no dije del agujero de ausencia. En un himno harapiento rodaba el llanto por mi cara. ¿Y por qué no dicen algo? ¿Y para qué este gran silencio?


Alejandra Pizarnik.

Mi fe de niño

Mi fe de niño, ¿dó está?
Me hace falta, la deseo;
Batió las alas, y creo
que ya nunca volverá,
porque la fe que se va
del fondo del corazón
tiene origen y mansión
en lo profundo del cielo,
y cuando levanta vuelo
jamás torna a su prisión.

Rubén Darío.


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Cuando cantó la culebra

Cuando cantó la culebra,
cuando trinó el gavilán,
cuando gimieron las flores,
y una estrella lanzó un ¡ay!

Cuando el diamante echó chispas
y brotó sangre el coral,
y fueron dos esterlinas
los ojos de Satanás.

Entonces la pobre niña
perdió su virginidad.

Y fueron dos esterlinas
los ojos de Satanás.
Entonces la pobre niña
perdió su virginidad.


Rubén Darío.

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viernes, 26 de junio de 2009

Es rubia, el cabello suelto

XVIII

Es rubia: el cabello suelto
Da más luz al ojo moro:
Voy, desde entonces, envuelto
En un torbellino de oro.

La abeja estival que zumba
Más ágil por la flor nueva,
No dice, como antes, "tumba":
"Eva" dice: todo es "Eva".

Bajo, en lo oscuro, al temido
Raudal de la catarata:
¡Y brilla el iris, tendido
Sobre las hojas de plata!

Miro, ceñudo, la agreste
Pompa del monte irritado;
¡Y en el alma azul celeste
Brota un jacinto rosado!

Voy, por el bosque, a paseo
A la laguna vecina:
Y entre las ramas la veo,
Y por el agua camina.

La serpiente del jardín
Silva, escupe, y se resbala
Por su agujero: el clarín
Me tiende, trinando, el ala.

¡Arpa soy, salterio soy
Donde vibra el Universo:
Vengo del sol, y al sol voy:
Soy el amor: soy el verso!


José Martí, Versos sencillos.

jueves, 25 de junio de 2009

Al perderte yo a ti




EPIGRAMA 3


Al perderte yo a ti tú y yo hemos perdido:
yo porque tú eras lo que yo más amaba
y tú porque yo era el que te amaba más.
Pero de nosotros dos tú pierdes más que yo:
porque yo podré amar a otras como te amaba a ti
pero a ti no te amarán como te amaba yo.

Ernesto Cardenal



Hombres necios




Arguye de inconsecuentes el gusto
y la censura de los hombres que en
las mujeres acusan lo que causan.


Hombres necios que acusáis
a la mujer sin razón,
sin ver que sois la ocasión
de lo mismo que culpáis:

si con ansia sin igual
solicitáis su desdén,
¿por qué queréis que obren bien
si las incitáis al mal?

Combatís su resistencia,
y luego con gravedad
decís que fue liviandad
lo que hizo la diligencia.

Queréis con presunción necia
hallar a la que buscáis,
para pretendida, Tais,
y en la posesión, Lucrecia.

¿Qué humor puede ser más raro
que el que falta de consejo,
él mismo empaña el espejo
y siente que no esté claro?

Con el favor y el desdén
tenéis condición igual,
quejándoos, si os tratan mal,
burlándoos, si os quieren bien.

Opinión ninguna gana,
pues la que más se recata,
si no os admite, es ingrata
y si os admite, es liviana.

Siempre tan necios andáis
que con desigual nivel
a una culpáis por cruel
y a otra por fácil culpáis.

¿Pues cómo ha de estar templada
la que vuestro amor pretende,
si la que es ingrata ofende
y la que es fácil enfada?

Mas entre el enfado y pena
que vuestro gusto refiere,
bien haya la que no os quiere
y quejaos enhorabuena.

Dan vuestras amantes penas
a sus libertades alas,
y después de hacerlas malas
las queréis hallar muy buenas.

¿Cuál mayor culpa ha tenido
en una pasión errada,
la que cae de rogada
o el que ruega de caído?

¿O cuál es más de culpar,
aunque cualquiera mal haga:
la que peca por la paga
o el que paga por pecar?

Pues ¿para qué os espantáis
de la culpa que tenéis?
Queredlas cual las hacéis
o hacedlas cual las buscáis.

Dejad de solicitar
y después con más razón
acusaréis la afición
de la que os fuere a rogar.

Bien con muchas armas fundo
que lidia vuestra arrogancia,
pues en promesa e instancia
juntáis diablo, carne y mundo.









miércoles, 24 de junio de 2009

El pastor desesperado




Por aquel lirón arriba
lindo pastor va llorando;
del agua de los sus ojos
el gabán lleva mojado.
—Buscaréis, ovejas mías,
pastor más aventurado,
que os lleve a la fuente fría
y os caree con su cayado.

¡Adiós, adiós, compañeros,
las alegrías de antaño!,
si me muero deste mal,
no me enterréis en sagrado;
no quiero paz de la muerte,
pues nunca fui bien amado;
enterréisme en prado verde,
donde paste mi ganado,
con una piedra que diga:
«aquí murió un desdichado;
murió del mal del amor,
que es un mal desesperado».

Ya lo llevan al pastor,
en medio del verde prado,
al son de un triste cencerro,
que no hay allí campanario.
Tres serranitas le lloran
al pie del monte serrano;
una decía: «¡Ay mi primo!»
otra decía: «¡Ay mi hermano!»
la más chiquita dellas:
«Adiós, lindo enamorado,
mal te quise por mi mal,
siempre viviré penando».

Anónimo

lunes, 22 de junio de 2009

Ardua noche

 






Ardua noche: En la voz del rapsoda Julián Leguineche




En el azul donde la noche aprisca
su corte de alta noche
se fueron desbocando uno tras otro
los caballos del llanto:
El mar como un exhausto naufragio de palomas,
la posesión con sangre de los limos de arcilla,
la sed que cubre ahora las aguas manantiales...

No pude contenerlos.

Viento o nave que ignora su derrota,
se desata mi voz y te requiere.
Como grama sedienta.
Como bruma escorada en la ardua noche.

Felipe Fuentes García.

domingo, 21 de junio de 2009

Gora ta gora




Gora ta gora beti,
Qué viva y viva siempre,
haik gora Lapurdi!
que viva Lapurdi!
Euskerak bizi gaitu
Que viva el euskera,
eta bizi bedi.
por siempre ha de vivir!

Gorantza doa agudo kapitala
Va para arriba, rápido va el capital
eta Lapurdi beti dago apala,
pero en Lapurdi siempre nos va todo mal,
aldrebesturik dago mundu zitala,
cabeza abajo está este mundo animal,
konformatzen ez bagara
y si no nos conformamos
ze pekatu mortala!
vaya pecado mortal!

Gurea ez da bizi-modu normala
El nuestro no es modo de vida normal,
lurra lantzeko haitzurra eta pala,
azada y pala para la tierra labrar,
lanaren truke kobratzen erreala.
trabajar para ganar un pobre real.
Benetan da miserable
En verdad es miserable
euskaldunon jornala.
para un vasco su jornal!

Munduan ezin bizi daiteke hala,
Ya no se puede seguir una vida tal,
merkatuetan dena gora doala,
en el mercado todo cuesta un dineral,
etxera eta zopa guztiz argala,
en casa sólo una sopita frugal,
kriseiluen olioa
el aceite de las lámparas
ez da postre formala.
no es un postre muy formal!

Obrero eta nekazari leiala,
Obrero, tú, y tú, campesino leal,
zuena ez da errenta liberala.
no es vuestra renta una renta liberal.
Diru zikinak putre motzak bezala
Como los buitres feos, sucio el capital
botatzen dizu gainera
os vuelca además encima
hortxe bere itzala.
su cruel sombra funeral.

Jabeek dute kontzientzi zabala,
Tienen los dueños conciencia descomunal,
kaskatu dute gure lurren azala,
a nuestra tierra la han desollado muy mal,
baina Lapurdi ez da hain zerbitzala;
pero Lapurdi nunca fue tan servicial,
burruka garbian dago
la batalla está servida,
hori da printzipala.
eso es lo principal.

Gabriel Aresti.

Versión de J. Agirre O.






Karaoke.

El mar, la mar


El mar. La mar.
El mar. ¡Sólo la mar!
¿Por qué me trajiste, padre,
a la ciudad?
¿Por qué me desenterraste
del mar?
En sueños la marejada
me tira del corazón;
se lo quisiera llevar.
Padre, ¿por qué me trajiste
acá?

Rafael Alberti, Marinero en tierra.

Si mi voz muriera en tierra



Si mi voz muriera en tierra
llevadla al nivel del mar
y dejadla en la ribera.

Llevadla al nivel del mar
y nombradla capitana
de un blanco bajel de guerra.

¡Oh mi voz condecorada
con la insignia marinera:
sobre el corazón un ancla
y sobre el ancla una estrella
y sobre la estrella el viento
y sobre el viento la vela!

Rafael Alberti, Marinero en tierra.

To be or not to be


La historia de Hamlet contada en inglés con subtítulos en inglés. La parte correspondiente al monólogo está en el minuto 9.





To be, or not to be: that is the question:
Whether 'tis nobler in the mind to suffer
The slings and arrows of outrageous fortune,
Or to take arms against a sea of troubles,
And by opposing end them? To die: to sleep;
No more; and by a sleep to say we end
The heart-ache and the thousand natural shocks
That flesh is heir to, 'tis a consummation
Devoutly to be wish'd. To die, to sleep;
To sleep: perchance to dream: ay, there's the rub;
For in that sleep of death what dreams may come
When we have shuffled off this mortal coil,
Must give us pause: there's the respect
That makes calamity of so long life;
For who would bear the whips and scorns of time,
The oppressor's wrong, the proud man's contumely,
The pangs of despised love, the law's delay,
The insolence of office and the spurns
That patient merit of the unworthy takes,
When he himself might his quietus make
With a bare bodkin? who would fardels bear,
To grunt and sweat under a weary life,
But that the dread of something after death,
The undiscover'd country from whose bourn
No traveller returns, puzzles the will
And makes us rather bear those ills we have
Than fly to others that we know not of?
Thus conscience does make cowards of us all;
And thus the native hue of resolution
Is sicklied o'er with the pale cast of thought,
And enterprises of great pith and moment
With this regard their currents turn awry,
And lose the name of action.[1]

William Shakespeare, Hamlet, Act III, Scene I.


Ser, o no ser,
Esa es la cuestión.
Si es mejor para el alma soportar
los golpes y dardos de la ultrajante fortuna,
o revelarse contra un mar de adversidades
y en dura pugna darles fin.
Morir, dormir, nada más, y con el sueño,
poner fin al sufrimiento
y a todos los males que son herencia de la carne.
Es una consumación que piadosamente deseo.
Morir, dormir… dormir o ¿quizás soñar?
Sí, eso preocupa.
El sueño de la muerte.
¿Qué sueños tendremos
Cuando la muerte nos libere del agobio terrenal
y encontremos la paz?
Y por eso sólo pienso
que es una desgracia tener una larga vida.
Pues ¿quién soportaría las injurias y el látigo del tiempo,
la infamia del opresor,
la soberbia afrenta del orgulloso,
la angustia del amor despreciado,
la tardanza de la ley,
la arrogancia del poder
y los golpes que sufre la virtud de quién es indigno,
si uno mismo pudiera acabar con ese suplicio con un simple puñal?
¿Quién podría llevar la carga gruñendo y sudando
de esta vida fatigosa si no fuera por el temor
de lo que se oculta tras la muerte?
El país sin descubrir,
del que ningún viajero ha logrado regresar,
que nos desconcierta y nos hace soportar males
que ya padecemos, antes que buscar otros que desconocemos.
Así, la conciencia nos hace a todos cobardes.
Y así también el color natural de la resolución
se debilita bajo la pálida sombra de la razón.
Y así empresas de gran peso y entidad
se desvían de su curso
por considerarse ellas mismas como tales,
dejando de parecer acciones.

Hamlet, acto III, escena I.

Finis musicae



HHOZ

En todas las veredas
sangran seres humanos,
ha llegado la hora
de todos los heridos.

Ya no es tiempo de hablar
de hamacas y de miel,
hay duelo por doquier
y voces de conmoción.

Me despierto y veo que el mundo
es una pesadilla,
pronto, mi oreja
se llena de estuendo.

El canto de los pájaros
del amanecer
no acapara más
mi conciencia filarmónica.

Tanto alboroto en el mundo,
tanta disonancia,
salgo del sueño y se acaba
el sueño para mí.

El alba se cubre de nubes
y es otra vez de noche,
de noche, de noche
de noche, de noche.

Carlos Edmundo de Ory

Sautrela



Euskara da kanpora, eta goazen denok dantzara

O euskara lauda ezak Garaziko herria
Zeren handik hartu baituk behar huen grazia
Lehenago hi baihintzen hizkuntzarik azkena
Orain berriz izango haiz guztietan lehena.

Eta lelori bai lelo leloa zarai leloa
Euskara da kanpora eta goazen denok dantzara.

Euskaldunak edonondik preziatu ziraden
baina haien mintzaeraz denak ziren burlatzen
inongo liburuetan eskribitzen ez baitzen
orain ikasiko dute nola gauza ona zen.

Euskalduna den guztiak burua altxa beza
gorenean ikusiko baitu bere hizkuntza
Printze eta jaun guztiek hura eskatzen dute
paperetan ikusita ikasi behar dute.

Gogo hori konplitu du Garaziko gizonak
eta haren adiskide Bordelen dagoenak
Lehen inprimitzalea euskararen hura da
euskadunak eskerturik aurkitu behar gara.

Eta lelori bai lelo leloa zarai leloa
Euskara da kanpora eta goazen denok dantzara.


Bernard Etxepare, Linguae vasconum primitiae, 1545.



SALTAREL

Ya que el euskara ha salido, vayamos todos a bailar.

¡Oh euskara, ensalza el país de Garazi!
pues has recibido de allí el rango que mereces.
Si antes fuiste la última entre las lenguas,
ahora en cambio vas a ser la primera de todas.

Los vascos eran apreciados en todas partes,
pero todos los demás se mofaban de su lengua,
porque no se hallaba impresa en escrito alguno.
Ahora van a comprender qué hermosa es.

Todo hombre vasco levante la cabeza,
pues su lengua va a ser la flor y nata.
Príncipes y grandes señores preguntan por ella,
deseosos de estudiarla en texto escrito, si pudiesen.

Tal deseo lo ha colmado un hijo de Garazi
y un amigo suyo, residente ahora en Burdeos.
Él es el primer impresor de la lengua vasca.
Desde ahora todos los vascos tienen una deuda con él.

Y tiroriorí, tirorirorá. ¡Más tararí, más tarará!
Vamos todos a bailar, que el euskera sale a la calle.






Albada



Adiós a los que se quedan
y a los que se van también
adiós a Huesca y provincia
a Zaragoza y Teruel

Y esta es la albada del viento
la albada del que se fue
que quiso volver un día
pero eso no pudo ser

Las albadas de mi tierra
se entonan por la mañana
para animar a las gentes
a comenzar la jornada

Arriba los compañeros
que ya ha llegado la hora
de tener en nuestras manos
lo que nos quitan de fuera

Y esta albada que yo canto
es una albada guerrera
que lucha por que regresen
los que dejaron su tierra

José Antonio Labordeta

L'infinito




Sempre caro mi fu quest’ermo colle
E questa siepe, che da tanta parte
Dell’ultimo orizzonte il guardo esclude.
Ma sedento e mirando, interminati
Spazi di là da quella, e sovrumani
Silenzi, e profondissima quiette
Io nel pensier mi fingo; ove per poco
Il cor non si spaura. E come il vento
Odo stormir tra queste piante, io quello
Infinito silenzio a questa voce
Vo comparando: e mi sovvien l’eterno,
E le morte stagioni, e la presente
E viva, e il suon di lei. Cosí tra questa
Inmensità s’annega il pensier mio:
E il naufragar m’è dolce in questo mare.

Giacomo Leopardi.




Siempre caro me fue este yermo collado
y este seto que priva a la mirada
de tanto espacio del último horizonte.
Mas sentado, contemplando, imagino
más allá de él espacios sin fin,
y sobrehumanos silencios; y una quietud hondísima
me oculta el pensamiento.
Tanta que casi el corazón se espanta.
Y como oigo expirar el viento en la espesura
voy comparando ese infinito silencio
con esta voz: y pienso en lo eterno,
y en las estaciones muertas, y en la presente viva,
y en su música. Así que en esta
inmensidad se anega el pensamiento
y naufragar es dulce en este mar.

Traducción de Antonio Colinas.

Ecce Homo

A Francisco Antonio Gavidia

Siempre la misma aurora por oriente,
hoy como ayer y como ayer mañana;
siempre bañada en luz la blanca frente,
las mismas perlas y la misma grana.
Señor, ¿habrá mujer más indolente?

El cielo siempre azul, el mar sonante,
en el bosque cantando Filomena.
¡Oh qué fastidio, pesia tal! ¡qué pena!
Natura, ya te has vuelto repugnante.
¡Eh! baja ese telón; cambia de escena.

Ya estamos aburridos
de mirar tanta flor y tanta nube.
Los pájaros aturden en los nidos,
y los céfiros mal entretenidos
no cesan de jugar al baja y sube
y al pasa y vuelve. Son unos perdidos.

No podemos mirar con tanta flema
esas evoluciones
que llaman estaciones:
son variaciones sobre el mismo tema.
¡Oh Dios! eterno Dios siempre soñado,
siempre soñado, que jamás te vimos:
¿no te duele el estado
fatal en que vivimos? (...)

Rubén Darío.
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http://www.educando.edu.do/sitios/PNC2005/recursos/recursos/lengua_espa%C3%B1ola/literatura/ruben%20dario_epistolas%20y%20poemas/p0000009.htm#23

Poema dos olhos da amada




Oh, minha amada
Que os olhos teus

São cais noturnos
Cheios de adeus
São docas mansas
Trilhando luzes
Que brilham longe
Longe nos breus

Oh, minha amada
Que olhos os teus

Quanto mistério
Nos olhos teus
Quantos saveiros
Quantos navios
Quantos naufrágios
Nos olhos teus

Oh, minha amada
Que olhos os teus

Se Deus houvera
Fizera-os Deus
Pois não os fizera
Quem não soubera
Que há muitas eras
Nos olhos teus

Ah, minha amada
De olhos ateus

Cria a esperança
Nos olhos meus
De verem um dia
O olhar mendigo
Da poesia
Nos olhos teus

Vinicius de Moraes.



Soneto do amor total



Amo-te tanto meu amor … não cante
o humano coração com mais verdade…
amo-te como amigo e como amante
numa sempre diversa realidade.

Amo-te enfim, de um calmo amor prestante
e te amo além, presente na saudade
amo-te, enfim, com grande liberdade
dentro da eternidade e a cada instante.

Amo-te como um bicho, simplesmente
de um amor sem mistério e sem virtude
com um desejo maciço e permanente.

E de te amar assim, muito e amiúde
é que um dia em teu corpo de repente
hei de morrer de amar mais do que pude.

Vinicius de Moraes

sábado, 20 de junio de 2009

El testamento





Il n'y a pas d'amour heureux




Rien n'est jamais acquis à l'homme Ni sa force
Ni sa faiblesse ni son coeur Et quand il croit
Ouvrir ses bras son ombre est celle d'une croix
Et quand il croit serrer son bonheur il le broie
Sa vie est un étrange et douloureux divorce
Il n'y a pas d'amour heureux

Sa vie Elle ressemble à ces soldats sans armes
Qu'on avait habillés pour un autre destin
A quoi peut leur servir de se lever matin
Eux qu'on retrouve au soir désoeuvrés incertains
Dites ces mots Ma vie Et retenez vos larmes
Il n'y a pas d'amour heureux

Mon bel amour mon cher amour ma déchirure
Je te porte dans moi comme un oiseau blessé
Et ceux-là sans savoir nous regardent passer
Répétant après moi les mots que j'ai tressés
Et qui pour tes grands yeux tout aussitôt moururent
Il n'y a pas d'amour heureux

Le temps d'apprendre à vivre il est déjà trop tard
Que pleurent dans la nuit nos coeurs à l'unisson
Ce qu'il faut de malheur pour la moindre chanson
Ce qu'il faut de regrets pour payer un frisson
Ce qu'il faut de sanglots pour un air de guitare
Il n'y a pas d'amour heureux

Il n'y a pas d'amour qui ne soit à douleur
Il n'y a pas d'amour dont on ne soit meurtri
Il n'y a pas d'amour dont on ne soit flétri
Et pas plus que de toi l'amour de la patrie
Il n'y a pas d'amour qui ne vive de pleurs
Il n'y a pas d'amour heureux
Mais c'est notre amour à tous les deux

Louis Aragon



El hombre nada adquiere jamás Ni su ternura
Ni su amor ni su fuerza Y cuando abre loa brazos
La sombra que proyecta es una cruz oscura
Y si abraza su dicha la destroza en pedazos
Su vida es una extraña y espantable locura
No hay ningún amor feliz

Su vida se parece a un inerme soldado
Que para otra estrategia ha sido preparado
Que madruga y de noche sufre de hambre y de sed
Y que en la tarde tiembla deshecho y desarmado
Decid «mi pobre vida» y el llanto contened
No hay ningún amor feliz

Mi bello amor mi dulce amor mi amor perdido
Dentro de mí te llevo como un pájaro yerto
Y aquellos que de lejos nos vieron no han sabido
Que mis propios poemas tras de mí han repetido
Y que ya por tus ojos varias veces han muerto
No hay ningún amor feliz

El tiempo de aprender a vivir ya ha pasado
Que lloren en la noche nuestros dos corazones
Por el dolor que esconde cada recuerdo amado
Las tragedias que nutren el éxtasis soñado
Los sollozos que impregnan las menores canciones
No hay ningún amor feliz

No hay amor que no aflija al par que desespera
No hay amor que no se halle mezclado a su dolor
No hay amor que no espante No hay amor que no hiera
No hay amor que no viva de lágrimas y espera
Y el amor de la patria lo mismo que tu amor

No hay ningún amor feliz
Pero este es nuestro amor

Versión de Andrés Holguín

Divina Commedia - Inferno I, II, III


Canto I

Canto I. Recita Roberto Benigni.

Canto II

Canto III

Ilustraciones de Gustave Doré.

Inventario de lugares propicios al amor



Son pocos.
La primavera está muy prestigiada, pero
es mejor el verano.
Y también esas grietas que el otoño
forma al interceder con los domingos
en algunas ciudades
ya de por sí amarillas como plátanos.
El invierno elimina muchos sitios:
quicios de puertas orientadas al norte,
orillas de los ríos,
bancos públicos.
Los contrafuertes exteriores
de las viejas iglesias
dejan a veces huecos
utilizables aunque caiga nieve.
Pero desengañémonos: las bajas
temperaturas y los vientos húmedos
lo dificultan todo.
Las ordenanzas, además, proscriben
la caricia (con exenciones
para determinadas zonas epidérmicas
-sin interés alguno-
en niños, perros y otros animales)
y el «no tocar, peligro de ignominia»
puede leerse en miles de miradas.
¿Adónde huir, entonces?
Por todas partes ojos bizcos,
córneas torturadas,
implacables pupilas,
retinas reticentes,
vigilan, desconfían, amenazan.
Queda quizá el recurso de andar solo,
de vaciar el alma de ternura
y llenarla de hastío e indiferencia,
en este tiempo hostil, propicio al odio.

Ángel González
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Les gens qui voient de travers
Pensent que les bancs verts
Qu'on voit sur les trottoirs
Sont faits pour les impotents ou les ventripotents
Mais c'est une absurdité
Car à la vérité
Ils sont là c'est notoire
Pour accueillir quelque temps les amours débutants

Les amoureux qui s'bécott'nt sur les bancs publics
Bancs publics, bancs publics
En s'fouttant pas mal du regard oblique
Des passants honnêtes
Les amoureux qui s'bécott'nt sur les bancs publics
Bancs publics, bancs publics
En s'disant des "Je t'aime" pathétiques
Ont des p'tit's gueul' bien sympatiques

Ils se tiennent par la main
Parlent du lendemain
Du papier bleu d'azur
Que revêtiront les murs de leur chambre à coucher
Ils se voient déjà doucement
Ell' cousant, lui fumant
Dans un bien-être sûr
Et choisissent les prénoms de leur premier bébé

Les amoureux qui s'bécott'nt sur les bancs publics
Bancs publics, bancs publics
En s'fouttant pas mal du regard oblique
Des passants honnêtes
Les amoureux qui s'bécott'nt sur les bancs publics
Bancs publics, bancs publics
En s'disant des "Je t'aime" pathétiques
Ont des p'tit's gueul' bien sympatiques

Quand la saint' famill' machin
Croise sur son chemin
Deux de ces malappris
Ell' leur décoche hardiment des propos venimeux
N'empêch' que tout' la famille
Le pèr', la mèr', la fille
Le fils, le Saint Esprit
Voudrait bien de temps en temps pouvoir s'conduir' comme eux

Les amoureux qui s'bécott'nt sur les bancs publics
Bancs publics, bancs publics
En s'fouttant pas mal du regard oblique
Des passants honnêtes
Les amoureux qui s'bécott'nt sur les bancs publics
Bancs publics, bancs publics
En s'disant des "Je t'aime" pathétiques
Ont des p'tit's gueul' bien sympatiques

Quand les mois auront passé
Quand seront apaisés
Leurs beaux rêves flambants
Quand leur ciel se couvrira de gros nuages lourds
Ils s'apercevront émus
Qu' c'est au hasard des rues
Sur un d'ces fameux bancs
Qu'ils ont vécu le meilleur morceau de leur amour

Les amoureux qui s'bécott'nt sur les bancs publics
Bancs publics, bancs publics
En s'fouttant pas mal du regard oblique
Des passants honnêtes
Les amoureux qui s'bécott'nt sur les bancs publics
Bancs publics, bancs publics
En s'disant des "Je t'aime" pathétiques
Ont des p'tit's gueul' bien sympatiques

Georges Brassens




Melancolía

Hermano, tú que tienes la luz, dime la mía.
Soy como un ciego. Voy sin rumbo y ando a tientas.
Voy bajo tempestades y tormentas
ciego de sueño y loco de armonía.

Ése es mi mal. Soñar. La poesía
es la camisa férrea de mil puntas cruentas
que llevo sobre el alma. Las espinas sangrientas
dejan caer las gotas de mi melancolía.

Y así voy, ciego y loco, por este mundo amargo;
a veces me parece que el camino es muy largo,
y a veces que es muy corto...

Y en este titubeo de aliento y agonía,
cargo lleno de penas lo que apenas soporto.
¿No oyes caer las gotas de mi melancolía?

Rubén Darío.

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Todo

Gracias doy a la vida por haberme nacido.
Gracias doy a la vida porque vi los árboles, y los ríos y el mar.
Gracias en la bonanza y en la procela.
Gracias por el camino y por la verdad.
Gracias por la contradicción y por la lucha.
Gracias por aire y por cárcel.
Gracias por el asombro y por la obra.
Gracias por morir; gracias por perdurar.

Blas de Otero, Historias fingidas y verdaderas



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viernes, 19 de junio de 2009

Eco y yo

Eco, divina y desnuda
como diamante del agua,
mi musa estos versos fragua
y necesita tu ayuda,
pues sola, peligros teme.
-¡Heme!
-Tuve en momentos distantes,
antes,
que amar los dulces cabellos
bellos
de la ilusión que primera
era
en mi alcázar andaluz,
luz;
en mi palacio de moro,
oro;en mi mansión dolorosa,
rosa,
Se apagó como una estrella
ella.
Deja, pues, que me contriste.
-¡Triste!
¡Se fue el instante oportuno!
-¡Tuno!...
-Por qué, si era yo suave
ave,
que sobre el haz de tierra
yerra
y el reposo de la rama
ama?
Guiome por varios senderos
Eros,
mas no se portó bien
en
esquivarme los risueños
sueños,
que hubiera dado a mi vida
ida,
menos crueles mordeduras
duras.
Mas hoy el duelo aún me acosa.
-¡Osa!
-¡Osar, si el dolor revuela!
-¡Vuela!-Tu vos ya no me convence.
-Vence.
-¡La suerte errar me demanda!
-Anda.
-Mas ilusión las simientes...
-¡Mientes!
-¿Y ante la desesperanza?
-Esperanza.
Y hacia el vasto porvenir
ir.
-Tu acento es bravo, aunque seco,
eco.
Sigo, pues, mi rumbo, errante,
ante
los ojos de las rosadas
hadas.
Gusté de Amor hidromieles
mieles;
probé de Horacio divino,
vino;
entretejí en mis delirios
lirios.
Los fatal con sus ardientes
dientes
apretó en mi conmovida
vida;
mas me libro en toda parte
arte
do va mi gala suprema.
-Rema.
-Un blando mar se consigue.
-Sigue.
-La aurora rosas reparte
-¡Parte!
¡Y a la ola que te admira
mira,
a la sirena que encanta
canta!

Rubén Darío.
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Lavorare stanca





Traversare una strada per scappare di casa
lo fa solo un ragazzo, ma quest`uomo que gira
tutto il giorno le strade, non è piu un ragazzo
e non scappa di casa.

Ci sono d`estate
pomeriggi che fino le piazze son vuote, distese
sotto il sole che sta per calare, e quest`uomo, che giunge
per un viale d`inutili piante, si ferma.
Val la pena esser solo, per essere sempre piú solo?
Solamente girarle, le piazze e le strade
sono vuote. Bisogna fermare una donna
e parlarle e deciderla a vivere insieme.
Altrimenti, uno parla da solo. È per questo che a volte
c`è lo sbronzo notturno che attacca discorsi
e racconta i progetti di tutta la vita.

Non è certo attendendo nella piazza deserta
que s`incontra qualcuno, ma chi gira le strade
si sofferma ogni tanto. Se fossero in due,
anche andando per strada, la casa sarebbe
dove c`è quella donna e varrebe la pena.
Nella notte la piazza ritorna deserta
e quest`uomo, che passa, non vede le case
tra le inutili luci, non leva piú gli occhi:
sente solo il selciato, che han fatto altri uomini
dalle mani indurite, como sono le sue.

Non è giusto restare sulla piazza deserta.
Ci sara certamente quella donna per strada
que, pregatta, vorrebbe dar mano alla casa.

Cesare Pavese (1908-1050)





TRABAJAR CANSA

Atravesar una calle para escapar de casa
lo hace sólo un muchacho, pero este hombre que anda
todo el día las calles, ya no es un muchacho
y no huye de casa.

Hay en el verano
tardes en que las plazas se quedan vacías, tendidas
bajo el sol que ya empieza a ponerse, y este hombre que llega
por una avenida de inútiles plantas, se detiene.
¿Vale la pena estar sólo para quedarse siempre sólo?
Callejear únicamente, las plazas y las calles
están vacías. Es preciso detener a una mujer
y hablarle y decidirle a que viva con uno.
Si no, uno habla sólo. Por eso algunas veces
el borracho nocturno comienza a parlotear
y explica los proyectos de toda su vida.

No es cierto que esperando en la plaza desierta
te encuentres con alguno, pero el que anda las calles
a ratos se detiene. Pero si fueran dos,
aun andando las calles, la casa ya estaría
donde aquella mujer, y valdría la pena.
Por la noche la plaza vuelve a quedar desierta
y este hombre que la cruza no ve los edificios
tras las luces inútiles, pues ya no alza los ojos:
sólo ve el empedrado, que hicieron otros hombres
de endurecidas manos, como los están las suyas.
No es correcto quedarse en la plaza desierta.
Seguro que está en la calle aquella mujer
que, al pedírselo, quiera ayudar en la casa.

Le pont Mirabeau




Sous le pont Mirabeau coule la Seine
Et nos amours
Faut-il qu'il m'en souvienne
La joie venait toujours après la peine
Vienne la nuit sonne l'heure
Les jours s'en vont je demeure
Les mains dans les mains restons face à face
Tandis que sous
Le pont de nos bras passe
Des éternels regards l'onde si lasse
Vienne la nuit sonne l'heure
Les jours s'en vont je demeure
L'amour s'en va comme cette eau courante
L'amour s'en va
Comme la vie est lente
Et comme l'Espérance est violente
Vienne la nuit sonne l'heure
Les jours s'en vont je demeure
Passent les jours et passent les semaines
Ni temps passé
Ni les amours reviennent
Sous le pont Mirabeau coule la Seine
Vienne la nuit sonne l'heure
Les jours s'en vont je demeure

Guillaume Apollinaire (1880 - 1918)



El puente Mirabeau

El puente Mirabeau mira pasar el Sena
Mira pasar nuestros amores.
Y recuerda al alma serena
Que la alegría siempre viene tras de la pena
Viene la noche suena la hora
Y los días se alejan.
Y aquí me dejan
Frente a frente mirémonos -las manos enlazadas-
Mientras que pasan bajo el puente
De nuestros brazos -fatigadas-
Las hondas silenciosas de nuestras dos miradas
Viene la noche suena la hora
Y los días se alejan
Y aquí me dejan
El amor se nos fuga como esta agua corriente
El amor se nos va
Se va la vida lentamente
Cómo es de poderosa la esperanza naciente
Viene la noche suena la hora
Y los días se alejan
Y aquí me dejan
Huyen el lento día y la noche serena
Mas nunca vuelven
Los tiempos que pasaron ni el amor ni la pena
El puente Mirabeau mira pasar el Sena
Viene la noche suena la hora
y los días se alejan
y aquí me dejan

Versión de Andrés Holguín



Aire libre

Si algo me gusta, es vivir.
Ver mi cuerpo en la calle,
hablar contigo como un camarada,
mirar escaparates
y, sobre todo, sonreír de lejos
a los árboles...

También me gustan los camiones grises
y muchísimo más los elefantes.
Besar tus pechos,
echarme en tu regazo y despeinarte,
tragar agua de mar como cerveza
amarga, espumeante.

Todo lo que sea salir
de casa, estornudar de tarde en tarde,
escupir contra el cielo de los tundras
y las medallas de los similares,
salir
de esta espaciosa y triste cárcel,
aligerar los ríos y los soles,
salir, salir al aire libre, al aire.

Blas de Otero.

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